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Programa provisional
El RWU-STR existe para construir un sindicato democrático, independiente y legalmente reconocido que podrá juntar todos los trabajadores de restaurantes sin excepción en una organización única de combate para el propuesto de luchar por mejoras económicas y la defensa de nuestros intereses como clase.
El hecho de que las masas de trabajadores de restaurantes están esparcidos sobre innumerables restaurantes pequeños ha creado un obstáculo a la sindicalización en nuestro sector. A la vez, ha abierto la puerta para los oportunistas igual como los activistas con buenas intenciones para abogar por cualquier tipo de asociación menos los sindicatos. Pero tenemos que superar la desventaja de los locales pequeños y organizarnos inmediatamente a través del sector entero.
Actualmente, solo uno de cada cien trabajadores en la industria de restaurantes pertenece a un sindicato. Esto es la tasa más baja de cualquier sector en la economía entera. Nuestra desunión y nuestra falta de organización son las causas de nuestras derrotas y reveses. Esta situación no puede continuar. La tarea más importante de trabajadores en nuestro sector es construir nuestro propio sindicato industrial que podrá centralizar no solamente mejorar nuestra situación económica sino también transformar la vida social en nuestra ciudad en cada nivel.
Los próximos principios son lo que nos dirigen en la construcción de nuestro sindicato:
Los intereses de los trabajadores son antagónicos a los de los patrones. En los restaurantes, frecuentemente somos engañados en creer que somos parte de una “familia” con los patrones. La verdad es que nuestros intereses como trabajadores son opuestos a los del capital. Cuando somos débiles, los dueños son fuertes. Hasta el patrón más “simpático” se convierte en verdugo cuando hay la amenaza de una pérdida de ganancias.
Nuestro sindicato tiene que incluir a todos los trabajadores. Solo podemos rechazar la ofensiva de los patrones si movilizamos a todos los trabajadores sin distinciones de posición (‘front-of-house’ y ‘back-of-house’), estatus migratorio (documentados y indocumentados), o estatus de empleo (trabajadores empleados y los desempleados), su sexo, orientación sexual, nacionalidad, o raza. Solo la mas amplia unidad posible nos dejará convertir nuestra debilidad en fuerza colectiva que nos dejará tomar nuestras vidas y nuestros trabajos en nuestras propias manos.
Por trabajo igual, un salario igual. Cada trabajador conoce las disparidades entre las posiciones en los restaurantes. Los lavaplatos ganan una fracción de lo que los bartenders se llevan a casa cada día. Los trabajadores Negros y Latinos llenan las posiciones peores pagadas. Trabajadores indocumentados trabajan por migajas, en los rangos más bajos de la jerarquía de salarios. Nuestro sindicato eliminará la jerarquía de salarios, porque el contrato negociaría los salarios de acuerdo con el principio de por un trabajo igual un salario igual, es que todos sin excepción ganarían el salario más alto posible con los mejores beneficios posibles.
El fin del salario en forma de propinas. La realidad del sistema de propina es fea. Los trabajadores propinados sufren la pobreza a doble la tasa de los trabajadores no-propinados por la falta de estabilidad de salario; los trabajadores propinados sufren la indignidad de rogar y suplicar por su salario, algo que aumenta el acoso; son menos dispuestos a luchar contra los empleadores porque su salario sube y baja de acuerdo con la rentabilidad del negocio; tienden hacia el individualismo, “supervisando” y disciplinando a sus compañeros trabajadores, para crecer al fondo de propina; en los restaurantes de alta-cocina, los trabajadores propinados son como aristócratas que rechazan luchar juntos con trabajadores no-propinados en el mismo sitio de trabajo; y finalmente. Este nudo enredado de la pasividad, individualismo, disensión, y servilismo degradante solo puede ser cortado por un contrato sindical que reemplaza a las propinas con un salario alto, garantizado y uniforme por tiempo para todos los trabajadores – los cocineros, lavaplatos, bussers, meseros, barbacks, hosts – pagado directamente de los bolsillos de los patrones. En contraste con intrigas de repartimiento de propina iniciadas por los dueños, esto no bajaría los salarios de los trabajadores propinados, sino aumentaría los salarios de todos los trabajadores.
Nota que no esperamos poder acabar con el sistema de propina todo a la vez, especialmente porque nunca aceptaríamos un corte de salario.
Solo los trabajadores pueden salvarnos nosotros mismos. El camino a un movimiento laboral fuerte solo puede ser forjado por la clase obrera. No hay atajos para establecer nuestros derechos fundamentales y conquistar una vida mejor. El cabildeo, las soluciones legales, cooperación con los empleadores, depender de los así-llamados centros de “trabajadores”, y las esquemas cooperativas son atajos que nos dejan débiles. Tenemos que caminar el sendero largo y difícil de organizarnos en nuestro sindicato sin depender de otros.
Tenemos que ser independientes. La debilidad de la clase obrera ha sido presidida por las federaciones sindicales grandes. Siguiendo a las luchas militantes laborales de los 1930 y 1940, el liderazgo combativo de los sindicatos fue eliminado sistemáticamente a favor de “líderes” pro-negocios que se han mostrado ser mejores defensores de os intereses de los patrones que los patrones ellos mismos. En nuestro sector, los sindicatos son inexistentes porque los sindicatos grandes no han mostrado ningún interés en organizarnos. La lección: solo podemos luchar por nuestros intereses si construimos nuestro sindicato afuera de las gran federaciones.
Tenemos que ser democráticos. Un sindicato burocrático que no respeta la democracia laboral solo puede ser una arma en las manos del capital. Una vez tras otra, los sindicatos grandes han mostrados que su liderazgo está desconectado de los debates de las masas de trabajadores. El RWU-STR se apunta hacia la construcción e un sindicato democrático de arriba a abajo, en que todos los líderes son elegidos y sometidos a la revocación. Todas las decisiones claves serán aprobadas por el cuerpo general del sindicato, tras discusión vigorosa que incluye un intercambio completo de opiniones.
Como trabajadores, tenemos nuestra propia política. Un sindicato da a los trabajadores el poder de luchar no solamente por los intereses económicos de trabajadores de restaurantes, sino también por los intereses generales de el pueblo obrero entero. Los patrones y sus sirvientes políticos quieren confinarnos a las luchas “nuestras”. Pero nuestro interés como trabajadores es tomar el papel de líder en todas las luchas sociales que enfrentan a nuestro adversario común. Los sindicatos nos juntan, nos entrenan para la lucha, nos unen, y organizan nuestra rebelión, para que podamos transformar la sociedad en los intereses de todos los explotados y oprimidos.
La situación presente requiere que cada trabajador de restaurante luche para nuestro sindicato, nuestra organización de combate obrero. Nuestro sindicato –y solo nuestro sindicato– podrá negociar contratos justos, defender nuestros derechos, ganarnos más libertad de acción, y contener los ataques, animados por el lucro, de los patrones de restaurantes y sus sirvientes.
¡Fuerza a través de la lucha! ¡Un sindicato democrático e independiente para todos los trabajadores de restaurantes!